martes, 3 de enero de 2012

Estétostroboscopio

Y cuando el reloj estuvo a punto de morir, de felicidad, de liberación, de pulsar a tanta velocidad, su dueño arrepentido volvió a recogerlo a la esquina.
  Lo miró extrañadísimo, aunque seguía en su cara plasmado el cariño de siempre, ese que le había tenido desde que su abuelo se lo regaló.
Extrañadísimo porque habiéndolo tirado, además de por falta de espacio, de pilas, o de algún problema así, en fin, por falta de actividad y por lo tanto efectividad, no podía explicarse lo que estaba viendo: Una aceleración furiosa en el girar de las agujas, una sensación de ver a toda una vida sucederse en un momento.
Sosteniéndolo con las dos manos, ya que empezó a marearse, el dueño notó al suelo abrirse bajo sus pies, y se
s i n t i

       ó
          c
            a

               e
                  r

                

                 

Y las enredaderas lo cubrieron, saliendo de los bordes de la nada, se engancharon en los botones de su camisa hasta hacerlos saltar.
Bajó y bajó, y atravesando paisajes conocidos, pero irreconocibles por la velocidad, algo se fue encargando de desvestirlo, pobre, por completo. Y sus pies se empequeñecieron, y su cabello se desprendió, y su mente no pudo calcular si todo esto se debía a la increíble fuerza de gravedad, o a qué? Ya que fue bajando su rendimiento, sensacional, saltacionalmente y pum!
Fue tan pequeño, tan tan diminuto!
Y todo fue tan tan oscuro…
que ya ni vale la pena contarlo.

domingo, 1 de enero de 2012

azarosas palabras de año nuevo

 

Donde corazón amarte?
contengo vida…

fuego encuentro
mientras en la oscuridad
callarnos, tocar, soñar…
perfume, debilidad del silencio.

Sed grande de cielo azul,
a quienes la sienten,
la tierra los atrae,
magneticamente.

Intensa voz sin nombre,
azules secretos grito.
Fiesta a quien quiere dulzura,
pues vamos camino al mar.

 

Con ayuda de la magia de la madrugada y el azar de las palabras imantadas.