lunes, 19 de marzo de 2012

    Había una vez un juego misterioso, un juego tan oculto, exótico e incomprensible, que nadie en el mundo lo conocía, excepto los pocos valientes seres que lo jugaban.
Un desafío que hasta a los más amantes de las películas de terror les haría temblar los lobulos de las orejas.
    Hace unos cuantos años que no se juega más… creo que la culpa la tuvieron los que por curiosos y chismosos develaron el secreto, y lo hicieron conocer a todo el mundo. Ahí fue cuando comenzaron las críticas, las preguntas incesantes, las pilas interminables de cartas, que acusaban a los participantes de ser gente rara y de cuidado, con la que no había que juntarse jamás. Y en estas condiciones, claro, los enviciados jugadores, no podían ya seguir con sus vidas, y todos, de a poco, pero sobre todo por la pena y la necesidad de seguir jugando, desfallecieron.
   Luego de esto, y de ocuparse médicos y periodistas, y psicólogos y maestros, de comunicarle al mundo entero las “fatales consecuencias que el juego provocaba”, ya nadie quedó que se atreviera a probarlo.
   La cuestión es que yo estuve averiguando, y después de mucho buscar, conseguí hablar con la tía de un amigo de la ahijada de la esposa del hijo de la cuñada de mi primo… que me contó algunas de las instrucciones para jugar (sólo algunas, porque en realidad son un secreto prohibido por el estado, pero ella la verdad, que ni idea como se enteró).
Y aquí se las paso porque los secretos de estado, a mi no me gustan nada de nada… y la cosa va más o menos así:

  • Dejarse llevar
  • Sentir que la panza se mueve, como si tuviera vida propia, pero de una forma que no se la puedas explicar a nadie
  • Escuchar a esa vocecita que te habla bien cerquita del oído
  • Sentir la electricidad desde la punta de los cabellos hasta el remate de los dedos de los pies, pasando por supuesto por todas las vértebras y queriendo deshacer ese nudito que hay en el ombligo
  • Sentirte tan tan raro que empezás a usar palabras que parecen de otro idioma, y las entendés por primera vez… palabras rarísimas, como “extrañar”, “maravilloso”, o hasta “alma”

Yo no se que juego habrá sido ese, pero me parece, que valdría la pena probarlo…

Niña de la alegría

Buenas noches, niña!
Tu encuentro me trajo la alegría de vivir,
tu grito me heló el circuito
entre los tímpanos y el corazón
y aunque te sentía cerca,
nunca tanto, nunca antes,
tu presencia en mi locura
me trajo infinita paz.

Y se que regalás amor,
aunque se le llame amistad,
y que al que esta cerca tuyo
no lo dejás estar mal.

Y a todo el que tenga penita alguna
sinceramente le recomiendo
que se rodee de tus sonrisas,
creo que pueden cambiar el mundo!

Dedicado a la hermosura de Malena Buchsbaum :)
Te amo!