Quiero una casa que siempre me dé agua
con cortinas de lluvia que yo pueda correr
y que la luz de los cantos de las aves
no me despierte a la mañana sin querer…
Que la música sea continua y respingada,
a veces de vidrio, a veces de nada,
a veces silencio, a veces mojada.
Que los fósforos salgan a escondidas a bailar;
que volar sea tan fácil como respirar.
Que tu voz de a gotitas se duerma en mis oídos,
que cerca de la cama haya muchos libros,
y todo concuerde en contarme historias,
asi sueño con estrellas que naden mariposa,
y pájaros que rían sin perder el equilibrio.
Esperando a que vuelvas, hornearía un revoltijo
de mimos con duraznos y puentes movedizos...
Y podríamos cruzarlos antes de dormir,
la más linda manera de ir y venir,
entre vos y yo, un viaje sin fin.
3 comentarios:
Linda, que así sea.
Qué lindo negruchi, mucho juego, parece una canción. Te quiero cada día más.
Quien es el que anda comentando por aqui sin dejar firmilla? :O
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