martes, 11 de septiembre de 2012

Cuatro

Sí que soñé con nereidas,
descubriendo así, que no pueden ser vistas,
no su cabello, sus ojos, su rostro...
Azules al abrazarte,
pelirrojas al besarte
y si insistes en conocerlas.
lo mejor será mirarte en el espejo.
tienes tiempo antes
de transformarte en luna.

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